Un escultor perteneciente a la cultura indígena ecuatoriana, su nombre era Manuel Chili. Sin embargo, era apodado Caspicara, se estima que nació en la capital del Ecuador en 1723 y los historiadores indican que su fallecimiento fue en 1796. El artista era fiel a la norma áurea de la imaginería barroca, la misma que cultivó los motivos religiosos, tanto en madera como en mármol.
De acuerdo con los estudios se determinó que sus maestros más influyentes fueron: Diego de Robles y Bernardo de Legarda. Varias piezas ecuatorianas famosas son creadas por él algunas de ellas: el Cristo de El Belén; el Cristo yacente y la Virgen de la Luz que custodia el Museo del Banco Central del Ecuador; la Asunción de la Virgen que adorna la Iglesia de San Francisco; la Impresión de las llagas, situada en la Cantuña; y en particular, la Sábana santa que pueden admirar los visitantes de la catedral quiteña.