En la ciudad de Guayaquil, nació una historia sobre una mujer llamada Posorja que fue adoptada por Huancavilcas. La cual, era capaz de predecir el futuro de los eventos más trágicos para sus adoptantes, ganando popularidad como visionaria en toda la región. La princesa Huancavilca Posorja, de niña llegó a la orilla en una balsa, un caracol en forma de medallón colgaba de su cuello
Cuando creció fue dotada de videncia y predijo el resultado mortal de los reinados de Huayna Cápac y Atahualpa. Huayna Capac, al ver a la mensajera de Pachacamac, vio su muerte en Tomebamba a través de los ojos de la vidente. Cuando Posorja completa esta revelación, declara que su misión en la tierra ha terminado, ya que es su predestinación final.
Después de terminar su declaración, se dirigió al mar, sopló en el caparazón y una ola se la llevó.