Rebelión del 28 de mayo

El 28 de mayo de 1944 puso fin al gobierno del Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río cuando este triunfó en las elecciones presidenciales de 1940, pues el Dr. José María Velasco Ibarra al conocer su derrota, propició un movimiento desestabilizador, a la que calificó de fraudulenta. A mediados de 1943, un grupo de militares con grupos políticos conservadores, comunistas, socialistas y liberales disidentes, iniciaron una campaña en contra del presidente Arroyo del Río a quien acusaron de ser el único responsable de la derrota que sufrieron las fuerzas militares ecuatorianas durante el conflicto con el Perú y de la firma del consecuente protocolo.

Cuando en 1944 se empezó a tratar el asunto de las nuevas elecciones presidenciales, el Partido Liberal, aunque un poco debilitado por las luchas internas, propuso la candidatura del señor Miguel Angel Albornoz, director Supremo de dicho partido y último presidente del Congreso Nacional. Para enfrentar a esta candidatura, las fuerzas opositoras organizaron una coalición a la que denominaron Alianza Democrática Ecuatoriana (ADE), la misma que agrupó a comunistas, socialistas, conservadores y disidentes del Partido Liberal. El gobierno impidió el regreso al Ecuador del Dr. Velasco Ibarra por considerarlo un agitador reaccionario, pues en 1935, siendo presidente Constitucional de la República se había proclamado dictador, había disuelto el Congreso, encarcelado a legisladores y atentado contra las leyes de la República.

Este hecho precipitó el golpe militar para derrocar al Dr. Arroyo del Río, por ello el 28 de mayo de 1944, se sublevó la guarnición militar de Guayaquil, apresó a la oficialidad superior y eliminó a los principales agentes de seguridad del gobierno. Los Carabineros se defendieron heroicamente y decididos a no rendirse resistieron durante varias horas con encomiable y ejemplar valor. A las 8 de la mañana del día 29 todo había concluido. De los 300 carabineros muy pocos lograron sobrevivir.

Conociendo lo sucedido en Guayaquil los pronunciamientos se multiplicaron en diferentes ciudades del país. Los carabineros y el Alto Mando del Ejército ofrecieron al presidente de la República todo su respaldo, pero ante la gravedad de los hechos, el Dr. Arroyo del Río prefirió renunciar su gobierno. Posteriormente cerca de cuarenta años, se ha tratado de sostener que este fue un levantamiento popular. El Dr. Velasco Ibarra entró a Quito el 1 de junio de 1944, y fue recibido por una gran masa popular que le tributó un caluroso recibimiento y creyó confiadamente en los ofrecimientos de cambios sociales que les hacía el locuaz demagogo. Se iniciaron entonces dos etapas de persecución y venganza política: La primera en contra del Dr. Arroyo del Río y de sus seguidores; y la otra, contra los socialistas y comunistas que habían luchado para llevarlo al Poder.

Se cometieron toda clase de atropellos y delitos de la obra del Dr. Arroyo, Velasco Ibarra procedió a apropiarse de ella, entonces fue así como el Instituto Cultural Ecuatoriano, creado en 1943, tuvo el nombre de Casa de la Cultura Ecuatoriana y así mismo se cambió nombre a varias instituciones. Fue tanta la corrupción, los negociados y el saqueo de los fondos públicos, que el Dr. Enrique Boloña Rodríguez, Gobernador de la Provincia del Guayas, presentó su renuncia en noviembre de 1945.

El Dr. Velasco Ibarra perpetró una vez más el rompimiento del orden constitucional y se proclamó dictador. Inmediatamente convocó una nueva Asamblea Constituyente que legalizó su permanencia en el Poder nombrándolo presidente Constitucional hasta el 1 de septiembre de 1948. Pero el 23 de agosto de 1947, luego de haber cometido todos los delitos, desatinos y atropellos contra la República, la Constitución, las Fuerzas Armadas y la ciudadanía por medio de un golpe militar lo obligó a renunciar vergonzosamente, poniendo fin a esa época borrascosa que caracterizó a la Revolución del 28 de mayo, llamada «La Gloriosa».