Una tradición popular que tiene su origen en Ecuador. Durante la epidemia de fiebre amarilla en 1842, la ropa de los muertos fue utilizada por sus familiares para rellenarlos de materiales y quemarlos para expulsar la peste. Luego se convirtió en una tradición para quemar lo malo del año.
Los Años Viejos son incinerados a la medianoche en punto del 31 de diciembre, para que las llamas alcancen al 1 de enero del nuevo año. Los tradicionales monigotes o años viejos, en la actualidad pueden ser elaborados de cartón, papel periódico o aserrín.
En Guayaquil los monigotes se venden en la tradicional calle 6 de Marzo, ubicada al sur de la ciudad.