Manuela Cañizares, nació en Quito en 1769 y que falleció en 1814, cuando tenía apenas 45 años a causa de un accidente. Fue una heroína ecuatoriana, conocida por los primeros procesos independentistas de su país. Cañizares fue anfitriona y participante de una reunión de patriotas.
Cañizares es recordada como la mujer que obligó a los patriotas, el 1809, a dar el golpe revolucionario, donde ella tomó determinación y los incitó a comenzar la insurrección. Este sencillo acto convirtió a esta mujer en una de los protagonistas del movimiento independentista y la perpetuó en los libros de historia. Es considerada como una de los próceres de Independencia.
La heroína proclamaba públicamente la necesidad de instaurar un gobierno propio que contara con el derecho primigenio de soberanía y autonomía. Manuela Cañizares con su mediana edad se le atribuía un carácter limpio y discreto. El historiador Pedro Fermín Cevallos, en su obra Resumen de la historia de Ecuador (1870), definió a Cañizales como una mujer de carácter masculino, cuyos ánimos hicieron ceder incluso a los hombres más desconfiados.
Sus padres eran de bajos recursos, por esta razón, Manuela asumió una postura independiente y tuvo que aprender a sobrevivir por sí sola. El 27 de agosto de 1814, Manuela realizó su testamento, dende declaraba que había sufrido un accidente y afirmaba que era una mujer soltera sin descendencia. Todavía no se sabe con exactitud en qué lugar falleció Cañizares.
En homenaje a esta notable mujer, el presidente Eloy Alfaro Delgado en 1905 decidió fundar el primer colegio laico para mujeres en el país, colocándole el nombre de Manuela Cañizares.