Pumapungo, un lugar ubicado en Cuenca, fue un destino de escapada favorito para los emperadores incas. Un lugar impresionantemente decorado donde en la actualidad se pueden recorrer sus ruinas. Había un manantial sagrado que era utilizado exclusivamente por el emperador.
En este lugar habitaban las doncellas conocidas como las Vírgenes del Sol. Las mujeres fueron criadas con diversas artes y habilidades ¡ para entretener a los emperadores. Nina era una de las Vírgenes del Sol que y aunque estaba prohibido, se enamoró de uno de los sacerdotes del templo.
Ambos se reunían en las noches de luna llena en el jardín. Sin embargo, cuando el Emperador se enteró de este hecho, mató al sacerdote, prohibiendo que Nina fuera informada. Nina, al ver que su amado no asistía murió de pena. Se dice que hoy, en las noches de luna llena, se escucha su lamento entre las ruinas de este lugar.