En la costa ecuatoriana se recitaban versos de amor llamados amorfinos. Los cuales se componen por 4 versos, sueltos o blancos, que pueden o no contener rimas consonantes.
Además constituye el canto fundamental folklórico y que en tiempos pasados logró gran tradición en los pueblos montubios de las provincias de Manabí, Los Ríos, Guayas y El Oro.
Era un desafío tradicional que destacaba el ingenio en la improvisación de coplas populares, en el que cada uno de los trovadores responde con sátiras o indirectas las que contra él descarga su interlocutor musical.