Fue una tentativa de contacto por primera vez con los Huaorani, donde se formó un equipo de cinco misioneros evangélicos estadounidenses con la finalidad de llevar el evangelio a esta tribu. En 1956 aterrizaron en las playas del río Curaray y construyeron un campamento a poca distancia de los Huao, sin embargo, en 1956 la tentativa de contacto evangelizador concluye súbitamente pues los misioneros mueren en manos de los miembros de esta tribu.